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2004-02-01 23:12:05 UTC
Leyendo este articulo, tal vez entiendan por que evito viajar a USA...
LE MONDE 31/1/04
LOS VEINTE DIAS EN EL INFIERNO DE FRANCK MOULET, ENCARCELADO EN ESTADOS
UNIDOS POR HACER UN CHISTE EN UN AVION.
A su llegada el viernes 30 a Roissy, el estudante frances cuenta su
detencion en Rykers Island, una prision conocida por su clima extremo de
violencia. Asegura que jamas volvera a Estados Undios. En su prision
newyorkesa de Rykers Island, todos lo llamaban "the frenchy". Los otros
eran afro-americanos, hispano-americanos. Tambien habia dos americanos
blancos. Y él, Franck Moulet, 27 anios, originario del departamento de
Bouches-du-Rhone, estudiante en Bellas Artes, era el unico de su genero.
Entre sus companieros de detencion, nadie parecia entender que es lo que
el "frenchy" hacia alli. Ni siquiera el mismo.
La historia empieza el 10 de enero a bordo de un avion de American
Airlines. Vuelo Santo-Domingo-Nueva-York. Frank Moulet tarda en salir
del banio. La azafata golpea la puerta, y lo oye exclamar, mientras
vuelve a su asiento "Mierda, la bomba que habia puesto en el banio no
funciono". Version contestada por Franck Moulet: "jamas utilize la
palabra 'bomba'. Dije simplemente 'My shit doesn't explose' ('mi mierda
no es un explosivo')". Una sutileza que no entienden los policias.
Acusado de "falsa alerta a la bomba", Franck Moulet es primero
encarcelado en La Barge, un barco-prision amarrado frente al barrio de
Bronx, y posteriormente transferido al centro penitenciario de Rykers
Island. Juzgado ante el tribunal de Queens, acepta de reconocer su
culpabilidad y se "salva" con una multa de 595 dolares por
"comportamiento anormal".
Despues de veinte dias de detencion por haber usado la ironia, Franck
Moulet llega a Roissy el viernes 30 de enero por la maniana. La noche
misma estaba en la emision de Emmanuel Chain sobre Canal+. Al final de
la emision, con los nervios en compota, parecia un hombre vaciado. Y de
repente, empezo a salir: esa vida en prision, tenia que contarla. Con
los ojos muertos, habla rapido, llora facilmente, no puede parar. Quiere
contar Rykers Island.
Es un nombre que frecuentemente mencionaban sus co-detenidos de La
Barge. Y Franck Moulet lo habia entendido: habia que alegrarse de no
estar en Rykers Island. Una isla-prision, como un castillo de If enter
Queens y Manhattan. Poblacion: delincuentes confirmados, penas minimas
de cuatro anios. "En espaniol - recuerda Moulet - la llamaban 'la roca'.
Decian que alli reinaba la ley de la selva, que era el lugar donde no
habia que ir. Cuando me anunciaron mi transferencia, cuando el furgon
paso el puente, pense de vuelta en todo lo que decian. Y me dije: 'este
es mi ultimo dia'". Franck no consigue casi hablar, la voz se rompe, las
lagrimas corren.
Cuando se calma: "Habia un gran dormitorio. A el daban WCs sin puertas.
Eramos cincuenta. Cuando llegue, entendieron rapidamente que yo no
pertenecia a ese mundo. Mi salvacion, fueron dos frases, dos consejos.
Hubo uno que me dijo 'Don't move and look' ('no hagas nada y mira'). Y
otro, en espaniol 'es a la rueda que hace mas ruido que se le da mas
aceite', lo que queria decir 'del que hace ruido, nos ocupamos
nosotros'". Franck vio lo que pasaba a las ruedas que hacen ruido.
Alguien violo el reglamento: un hispanico utilizo el telefono "fuera de
las horas permitidas". Y explica: "El grupo de los hispanicos tenian la
prioridad. Constituian un gang, y eran ellos quienes tenian el poder.
Entre ellos habia una jerarquia. Las otras ethnias pasaban despues. El
que utilizo el telefono sin permiso fue destrozado... por su propia
banda. Le cayeron a cuatro encima. Los guardianes estaban presentes y
vieron todo. Se contentarion con preguntar 'que paso ?'. El tipo se
levanto, dijo 'nada' y los guardianes se fueron. No hicieron nada".
Franck Moulet supo evitar los golpes, salvo los de un policia en la
oreja izquierda, a la salida del avion. Pero en Rykers Island, aplico
estrictamente el "no hagas nada y mira", la regla de oro. "Hice lo que
me decian, trate de entender, observe. Veia cuando podia ir a tomar una
ducha o lavar mi ropa. Pasaba casi todo el tiempo en mi cama.
Son los afro-americanos, cuenta Franck Moulet, los que mas me ayudaron.
"Me dieron de comer, me invitaron en su grupo, me aconsejaron sobre lo
que habia que contestar y lo que no habia que hacer. Hay gestos a
evitar. Una vez, por ejemplo, puse las manos en la cintura. Uno de ellos
me grito 'no hagas nunca eso, nunca'. No era un gesto suficientemente
viril para la carcel, uno podia hacerse atacar por eso. Tambien habia
que hacer ejercicios: 'debes ser fuerte' era la regla". Y precisa
secamente "las violaciones, no, no habia nada de eso. Era una violencia
de poder".
Olivier Morice, el abogado frances de Franck Moulet, no encuentra una
explicacion para su transferencia de la prision de Bronx a Rykers
Island, donde van condenados a penas largas. Ni tampoco la duracion de
su encarcelamiento. "Inscribir este asunto en el cuadro de las
relaciones franco-americanas no tiene ningun sentido", afirma por su
parte el Ministerio de Relaciones Exteriores. Franck Moulet, el, no
pondra nunca mas el pie en Estados Unidos. "Jamas".
Marion Van Renterghem
LE MONDE 31/1/04
LOS VEINTE DIAS EN EL INFIERNO DE FRANCK MOULET, ENCARCELADO EN ESTADOS
UNIDOS POR HACER UN CHISTE EN UN AVION.
A su llegada el viernes 30 a Roissy, el estudante frances cuenta su
detencion en Rykers Island, una prision conocida por su clima extremo de
violencia. Asegura que jamas volvera a Estados Undios. En su prision
newyorkesa de Rykers Island, todos lo llamaban "the frenchy". Los otros
eran afro-americanos, hispano-americanos. Tambien habia dos americanos
blancos. Y él, Franck Moulet, 27 anios, originario del departamento de
Bouches-du-Rhone, estudiante en Bellas Artes, era el unico de su genero.
Entre sus companieros de detencion, nadie parecia entender que es lo que
el "frenchy" hacia alli. Ni siquiera el mismo.
La historia empieza el 10 de enero a bordo de un avion de American
Airlines. Vuelo Santo-Domingo-Nueva-York. Frank Moulet tarda en salir
del banio. La azafata golpea la puerta, y lo oye exclamar, mientras
vuelve a su asiento "Mierda, la bomba que habia puesto en el banio no
funciono". Version contestada por Franck Moulet: "jamas utilize la
palabra 'bomba'. Dije simplemente 'My shit doesn't explose' ('mi mierda
no es un explosivo')". Una sutileza que no entienden los policias.
Acusado de "falsa alerta a la bomba", Franck Moulet es primero
encarcelado en La Barge, un barco-prision amarrado frente al barrio de
Bronx, y posteriormente transferido al centro penitenciario de Rykers
Island. Juzgado ante el tribunal de Queens, acepta de reconocer su
culpabilidad y se "salva" con una multa de 595 dolares por
"comportamiento anormal".
Despues de veinte dias de detencion por haber usado la ironia, Franck
Moulet llega a Roissy el viernes 30 de enero por la maniana. La noche
misma estaba en la emision de Emmanuel Chain sobre Canal+. Al final de
la emision, con los nervios en compota, parecia un hombre vaciado. Y de
repente, empezo a salir: esa vida en prision, tenia que contarla. Con
los ojos muertos, habla rapido, llora facilmente, no puede parar. Quiere
contar Rykers Island.
Es un nombre que frecuentemente mencionaban sus co-detenidos de La
Barge. Y Franck Moulet lo habia entendido: habia que alegrarse de no
estar en Rykers Island. Una isla-prision, como un castillo de If enter
Queens y Manhattan. Poblacion: delincuentes confirmados, penas minimas
de cuatro anios. "En espaniol - recuerda Moulet - la llamaban 'la roca'.
Decian que alli reinaba la ley de la selva, que era el lugar donde no
habia que ir. Cuando me anunciaron mi transferencia, cuando el furgon
paso el puente, pense de vuelta en todo lo que decian. Y me dije: 'este
es mi ultimo dia'". Franck no consigue casi hablar, la voz se rompe, las
lagrimas corren.
Cuando se calma: "Habia un gran dormitorio. A el daban WCs sin puertas.
Eramos cincuenta. Cuando llegue, entendieron rapidamente que yo no
pertenecia a ese mundo. Mi salvacion, fueron dos frases, dos consejos.
Hubo uno que me dijo 'Don't move and look' ('no hagas nada y mira'). Y
otro, en espaniol 'es a la rueda que hace mas ruido que se le da mas
aceite', lo que queria decir 'del que hace ruido, nos ocupamos
nosotros'". Franck vio lo que pasaba a las ruedas que hacen ruido.
Alguien violo el reglamento: un hispanico utilizo el telefono "fuera de
las horas permitidas". Y explica: "El grupo de los hispanicos tenian la
prioridad. Constituian un gang, y eran ellos quienes tenian el poder.
Entre ellos habia una jerarquia. Las otras ethnias pasaban despues. El
que utilizo el telefono sin permiso fue destrozado... por su propia
banda. Le cayeron a cuatro encima. Los guardianes estaban presentes y
vieron todo. Se contentarion con preguntar 'que paso ?'. El tipo se
levanto, dijo 'nada' y los guardianes se fueron. No hicieron nada".
Franck Moulet supo evitar los golpes, salvo los de un policia en la
oreja izquierda, a la salida del avion. Pero en Rykers Island, aplico
estrictamente el "no hagas nada y mira", la regla de oro. "Hice lo que
me decian, trate de entender, observe. Veia cuando podia ir a tomar una
ducha o lavar mi ropa. Pasaba casi todo el tiempo en mi cama.
Son los afro-americanos, cuenta Franck Moulet, los que mas me ayudaron.
"Me dieron de comer, me invitaron en su grupo, me aconsejaron sobre lo
que habia que contestar y lo que no habia que hacer. Hay gestos a
evitar. Una vez, por ejemplo, puse las manos en la cintura. Uno de ellos
me grito 'no hagas nunca eso, nunca'. No era un gesto suficientemente
viril para la carcel, uno podia hacerse atacar por eso. Tambien habia
que hacer ejercicios: 'debes ser fuerte' era la regla". Y precisa
secamente "las violaciones, no, no habia nada de eso. Era una violencia
de poder".
Olivier Morice, el abogado frances de Franck Moulet, no encuentra una
explicacion para su transferencia de la prision de Bronx a Rykers
Island, donde van condenados a penas largas. Ni tampoco la duracion de
su encarcelamiento. "Inscribir este asunto en el cuadro de las
relaciones franco-americanas no tiene ningun sentido", afirma por su
parte el Ministerio de Relaciones Exteriores. Franck Moulet, el, no
pondra nunca mas el pie en Estados Unidos. "Jamas".
Marion Van Renterghem