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CAUDILLOS EN EL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN...ALGÚN DIA APRENDERAN...:(
(demasiado antiguo para responder)
decaballeria
2007-01-30 17:04:58 UTC
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Realmente Calderon viene a Espana a prestarle cultura y dinero.

Los paises grandes y jovenes sienten cierta ternura hacia los ancianos sin
futuro, especialmente si son paises que han estado en su historia.

Esto contrasta con la actitud de paises ingratos, de bolsillo, como Espana
que no tienen ninguna atencion hacia los paises que le dieron cultura y
raza, como los arabes, palestinos y demas.

Respecto del convenio de migracion, este no contempla un flujo de mexicanos
a Espana; pues a los primeros no les interesa Espana teniendo tan cerca a
USA.

El convenio migratorio es mas bien un agradecido reconocimiento iberico a la
hospitalidad mexicana hacia espanoles, millones de espanoles, que han
encontrado una mejor calidad de vida allende los mares y no quieren bajo
ninguna circunstancia regresar a Espana.

Mexico diplomaticamente debera insistir en un convenio de repatriacion de
por lo menos la mitad de dichos inmigrantes espanoles acogidos en Mexico.

O, por lo menos, que se cultiven algo, abandonen las alpargatas y aprendan a
usar zapatos; tengan un mejor aseo personal; que desarrollen habitos como
cepillarse la caspa, curarse los juanetes y cuidar de sus dientes.

Sobre todo que usen desodorante.

Lo anterior haria que, efectivamente, las relaciones bilaterales fueran casi
excelentes; es decir, si se puede establecer una comparacion y una relacion
entre el punto y la "X" o sea entre un pais chico como Espana y uno grande
como Mexico.

En fin, parece que buena voluntad hay.


Salud y curvas, Paco.





"RafaMinu" <***@gmail.com> wrote in message news:***@v45g2000cwv.googlegroups.com...
El presidente de México, Felipe Calderón, que se encuentra en visita
oficial a España, se entrevista hoy en el Palacio de La Moncloa con el
presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Calderón, a quién anoche los Reyes ofrecieron una cena en el Palacio
Real, se reunirá antes con el presidente del PP, Mariano Rajoy,
después con Zapatero y posteriormente con empresarios españoles del
sector turístico. Además participará en un desayuno-coloquio
organizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio y la
Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

El Gobierno de Zapatero considera que la visita de Calderón permitirá
confirmar las "excelentes" relaciones bilaterales en todos los
terrenos e impulsar de forma especial las de carácter económico y
comercial al considerar que tienen aún mucho campo para seguir
desarrollándose.

En ese contexto, España ha invertido en México 15.316 millones de
euros entre enero de 2000 y diciembre de 2005, y las principales
inversiones se desarrollan en los sectores financieros, de
telecomunicaciones, gestión aeroportuaria, distribución de gas, sector
eléctrico turismo, construcción, comunicaciones y cultivo de
frijoles.

España y México están trabajando también en un convenio en materia de
inmigración, pero no se considera que su firma sea urgente debido a
que no hay problemas especiales con los 4 que componen el flujo
migratorio procedente del este país iberoamericano.

Durante la visita de Calderón sí está prevista la firma de un
memorando de entendimiento en materia educativa en el que se establece
el desarrollo de programas de cooperación en la enseñanza
universitaria, no universitaria, formación profesional y formación
continua, para que los frijoleiros aprendan a hablar correctamente
español de una vez, o que por lo menos lo disimulen algo.
BOLUDOVSKY
2007-01-30 17:35:13 UTC
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Post by decaballeria
Realmente Calderon viene a Espana a prestarle cultura y dinero.
Conyo. Que me preste 400 Euros, que me quiero comprar Windows Vista.

BOLU
--
FREE GILAD SHALIT, EHUD GOLDWASSER AND ELDAD REGEV!
http://www.banim.org
Earle Horton
2007-01-30 18:33:12 UTC
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Post by BOLUDOVSKY
Post by decaballeria
Realmente Calderon viene a Espana a prestarle cultura y dinero.
Conyo. Que me preste 400 Euros, que me quiero comprar Windows
Vista.
Creyente. Microsoft Windows Vista Home Premium está disponible en Circuit
City y CompUSA a $159.99, pero no compro ningún producto de Microsoft hasta
que haya sobrevivido por lo menos un año en el mercado. Microsoft Windows
Vista Ultimate está a $399.99, mientras que 400 Euros equivaldrá a $500.00.
Cada producto nuevo tiene sus propios problemas, pero Microsoft es notorio
por editar productos con un número enorme de bugs. Tiene bugs disfrazados
de "features". Hombre, lo sé porque trabajaba para Microsoft como
programador de sus sistemas. Seis años de trabajar sin cesar, café gratis y
cada dos meses una fiesta decadente.

Hombre, ahorra tu dinero. Podrías comprar un collar con un frasco lleno de
varias arenas de la Tierra Sagrada y por eso sostener a los Cristianos
Zionistas. Podrías dar los 400 Euros todos a una familia de judíos etíopes
y pobres para que compren lo de comer. Podrías comprar buena cantidad de
municiones o dar los 400 Euros al ejército israelí. En muchos lugares 400
Euros es el alquiler de un mes, o compraría más flores de lo suficiente para
hacerle alegre a tu mujer, si la tienes.

No malgastes tu dinero por Dios.

Paco, tu presidente le trae perlas a los cerdos.

Saludos,

Earle
Gurriato
2007-01-30 19:12:18 UTC
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A los cerdos lo que realmente les gusta son las bellotas, paleto.
A los cerdos lo que de verdá, de verdá les gusta son las cerdas. El orgasmo
de un cerdo suele durar una media hora (¡guaaaaau!)

Para los que no sepan qué es eso de un cerdo aclaro que es un bicho también
llamado
cochino, marrano, chancho, gorrino, lechón, gocho, puerco, cuchi, etc.

DON NICANOR TOCANDO EL TAMBOR
Earle Horton
2007-01-30 19:55:22 UTC
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Post by Gurriato
A los cerdos lo que realmente les gusta son las bellotas, paleto.
A los cerdos lo que de verdá, de verdá les gusta son las cerdas.
El orgasmo de un cerdo suele durar una media hora (¡guaaaaau!)
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Saludos,

Earle
RLunfa
2007-01-30 21:38:49 UTC
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Post by Gurriato
A los cerdos lo que realmente les gusta son las bellotas, paleto.
A los cerdos lo que de verdá, de verdá les gusta son las cerdas. El orgasmo
de un cerdo suele durar una media hora (¡guaaaaau!)
Para los que no sepan qué es eso de un cerdo aclaro que es un bicho también
llamado
cochino, marrano, chancho, gorrino, lechón, gocho, puerco, cuchi, etc.
Con esta respuesta la estás provocando a la Bego, para luego quejarte de
harass .... arass.... bueno, de eso que se quejan los suaves.

RLunfa
decaballeria
2007-01-30 20:12:03 UTC
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Asi es Earle; aunque como dice Gurriato, les gustan mas las cerdas.

A los espanoles tambien.

Son unos pelos hirsutos y con complejo de espina que les salen a algunos
gachupines. Les salen en el pecho.

Cerca de la ciudad de Burgos se encuentra un monasterio llamado 'De las
Huelgas"; es decir, de los dias de descanso, que fue erigido y mantenido por
el senor De la Cerda y su dinastia. Estos senores De la Cerda fueron
nombrados asi porque tenian una cerda gruesa que les crecia en el pecho.

No seria dificil que a las perlas regaladas les hicieran una perforacion y
adornaran con ellas las cerdas de presuntuosos venancios.


Salud y curvas, Paco
Post by Earle Horton
Post by BOLUDOVSKY
Post by decaballeria
Realmente Calderon viene a Espana a prestarle cultura y dinero.
Conyo. Que me preste 400 Euros, que me quiero comprar Windows Vista.
Creyente. Microsoft Windows Vista Home Premium está disponible en Circuit
City y CompUSA a $159.99, pero no compro ningún producto de Microsoft hasta
que haya sobrevivido por lo menos un año en el mercado. Microsoft Windows
Vista Ultimate está a $399.99, mientras que 400 Euros equivaldrá a $500.00.
Cada producto nuevo tiene sus propios problemas, pero Microsoft es notorio
por editar productos con un número enorme de bugs. Tiene bugs disfrazados
de "features". Hombre, lo sé porque trabajaba para Microsoft como
programador de sus sistemas. Seis años de trabajar sin cesar, café gratis y
cada dos meses una fiesta decadente.
Hombre, ahorra tu dinero. Podrías comprar un collar con un frasco lleno de
varias arenas de la Tierra Sagrada y por eso sostener a los Cristianos
Zionistas. Podrías dar los 400 Euros todos a una familia de judíos etíopes
y pobres para que compren lo de comer. Podrías comprar buena cantidad de
municiones o dar los 400 Euros al ejército israelí. En muchos lugares 400
Euros es el alquiler de un mes, o compraría más flores de lo suficiente para
hacerle alegre a tu mujer, si la tienes.
No malgastes tu dinero por Dios.
Paco, tu presidente le trae perlas a los cerdos.
Saludos,
Earle
BOLUDOVSKY
2007-01-30 20:06:44 UTC
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Post by decaballeria
Cerca de la ciudad de Burgos se encuentra un monasterio llamado 'De
las Huelgas"; es decir, de los dias de descanso, que fue erigido y
mantenido por el senor De la Cerda y su dinastia. Estos senores De la
Cerda fueron nombrados asi porque tenian una cerda gruesa que les
crecia en el pecho.
Completamente cierto. Barcelona es una ciudad diseñada por el señor Cerda.
Incluso hay una plaza que lleva su nombre: Plaza Cerda.

BOLU
--
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http://www.banim.org
Gurriato
2007-01-30 20:12:06 UTC
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Post by BOLUDOVSKY
Completamente cierto. Barcelona es una ciudad diseñada por el señor Cerda.
Incluso hay una plaza que lleva su nombre: Plaza Cerda.
En Catetonia también hay una ciudad llamada Berga. Imagínate a la señora
Cerda de Berga.

GURRIATEMBERG
decaballeria
2007-01-30 22:13:39 UTC
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Me agarra sueno cuando te leo Gurriato.

Paco.
Post by Gurriato
En Catetonia también hay una ciudad llamada Berga.
GURRIATEMBERG
Gurriato
2007-01-31 00:14:34 UTC
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Post by decaballeria
Me agarra sueno cuando te leo Gurriato.
Duérmete, Piratita,
que viene el Coco
y se lleva a los güeyes
que duermen poco.

GURRIATEMBERG
Adriana y
2007-01-31 18:03:55 UTC
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DIARIOS//AGENCIAS 
ZAFFARONI CUESTIONÓ LOS BLOQUEOS FRONTERIZOS PERMANENTES EN
GUALEGUAYCHÚ
Buenos Aires - El juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni
cuestionó los cortes de ruta que mantienen los asambleístas de
Gualeguaychú de manera ininterrumpida, al considerar que "agravan el
conflicto y no son una solución adecuada" al diferendo bilateral.
Además, Zaffaroni pidió a los gobiernos de Argentina y Uruguay que
retomen el diálogo para intentar "de nuevo" una salida negociada al
conflicto, puesto que -según dijo- "tiene que haber una solución
técnica" al enfrentamiento binacional.
"Me parece que no está bien que corten los puentes. No creo que sea
una solución adecuada, me parece que agrava el conflicto. No creo que
nadie tenga derecho a cortar caminos y puentes. Todos tienen derecho a
protestar, pero interrumpir caminos me parece que no, no al menos
indefinidamente", sostuvo Zaffaroni en declaraciones a un matutino
porteño, publicadas hoy. Al respecto, el ministro se manifestó de
acuerdo con que "se mantenga la protesta", pero "no con el paso cortado
todo el tiempo". "Una cosa es interrumpir un camino un rato, otra hacer
lo que hacen ellos. Hasta qué punto tengo derecho a llamar la
atención, a protestar, depende de la gravedad del conflicto y la
urgencia", sostuvo. Zaffaroni opinó, en este sentido, que el gobierno
del presidente Néstor Kirchner "tendría que disuadir a la gente y
buscar solución" al diferendo bilateral puesto que "las consecuencias
para el futuro del Mercosur no son buenas". "Yo no sé por qué no se
pudo destrabar, pero ya pasó mucho tiempo. Las consecuencias para el
futuro del Mercosur no son buenas. Es un conflicto que tenía que
haberse evitado. Hay una incapacidad de resolver el conflicto en el
propio bloque regional, lo que demuestra que es un bloque débil. Si no
somos capaces de resolverlo entre nosotros, ¿cómo pretendemos actuar
frente al exterior? Se debilita nuestra imagen", concluyó. Crónica y
Análises Arg. 1-31-07
Adriana y
2007-01-31 18:04:00 UTC
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DIARIOS//AGENCIAS 
ZAFFARONI CUESTIONÓ LOS BLOQUEOS FRONTERIZOS PERMANENTES EN
GUALEGUAYCHÚ
Buenos Aires - El juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni
cuestionó los cortes de ruta que mantienen los asambleístas de
Gualeguaychú de manera ininterrumpida, al considerar que "agravan el
conflicto y no son una solución adecuada" al diferendo bilateral.
Además, Zaffaroni pidió a los gobiernos de Argentina y Uruguay que
retomen el diálogo para intentar "de nuevo" una salida negociada al
conflicto, puesto que -según dijo- "tiene que haber una solución
técnica" al enfrentamiento binacional.
"Me parece que no está bien que corten los puentes. No creo que sea
una solución adecuada, me parece que agrava el conflicto. No creo que
nadie tenga derecho a cortar caminos y puentes. Todos tienen derecho a
protestar, pero interrumpir caminos me parece que no, no al menos
indefinidamente", sostuvo Zaffaroni en declaraciones a un matutino
porteño, publicadas hoy. Al respecto, el ministro se manifestó de
acuerdo con que "se mantenga la protesta", pero "no con el paso cortado
todo el tiempo". "Una cosa es interrumpir un camino un rato, otra hacer
lo que hacen ellos. Hasta qué punto tengo derecho a llamar la
atención, a protestar, depende de la gravedad del conflicto y la
urgencia", sostuvo. Zaffaroni opinó, en este sentido, que el gobierno
del presidente Néstor Kirchner "tendría que disuadir a la gente y
buscar solución" al diferendo bilateral puesto que "las consecuencias
para el futuro del Mercosur no son buenas". "Yo no sé por qué no se
pudo destrabar, pero ya pasó mucho tiempo. Las consecuencias para el
futuro del Mercosur no son buenas. Es un conflicto que tenía que
haberse evitado. Hay una incapacidad de resolver el conflicto en el
propio bloque regional, lo que demuestra que es un bloque débil. Si no
somos capaces de resolverlo entre nosotros, ¿cómo pretendemos actuar
frente al exterior? Se debilita nuestra imagen", concluyó. Crónica y
Análises Arg. 1-31-07
Adriana y
2007-01-31 18:03:52 UTC
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DIARIOS//AGENCIAS 
ZAFFARONI CUESTIONÓ LOS BLOQUEOS FRONTERIZOS PERMANENTES EN
GUALEGUAYCHÚ
Buenos Aires - El juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni
cuestionó los cortes de ruta que mantienen los asambleístas de
Gualeguaychú de manera ininterrumpida, al considerar que "agravan el
conflicto y no son una solución adecuada" al diferendo bilateral.
Además, Zaffaroni pidió a los gobiernos de Argentina y Uruguay que
retomen el diálogo para intentar "de nuevo" una salida negociada al
conflicto, puesto que -según dijo- "tiene que haber una solución
técnica" al enfrentamiento binacional.
"Me parece que no está bien que corten los puentes. No creo que sea
una solución adecuada, me parece que agrava el conflicto. No creo que
nadie tenga derecho a cortar caminos y puentes. Todos tienen derecho a
protestar, pero interrumpir caminos me parece que no, no al menos
indefinidamente", sostuvo Zaffaroni en declaraciones a un matutino
porteño, publicadas hoy. Al respecto, el ministro se manifestó de
acuerdo con que "se mantenga la protesta", pero "no con el paso cortado
todo el tiempo". "Una cosa es interrumpir un camino un rato, otra hacer
lo que hacen ellos. Hasta qué punto tengo derecho a llamar la
atención, a protestar, depende de la gravedad del conflicto y la
urgencia", sostuvo. Zaffaroni opinó, en este sentido, que el gobierno
del presidente Néstor Kirchner "tendría que disuadir a la gente y
buscar solución" al diferendo bilateral puesto que "las consecuencias
para el futuro del Mercosur no son buenas". "Yo no sé por qué no se
pudo destrabar, pero ya pasó mucho tiempo. Las consecuencias para el
futuro del Mercosur no son buenas. Es un conflicto que tenía que
haberse evitado. Hay una incapacidad de resolver el conflicto en el
propio bloque regional, lo que demuestra que es un bloque débil. Si no
somos capaces de resolverlo entre nosotros, ¿cómo pretendemos actuar
frente al exterior? Se debilita nuestra imagen", concluyó. Crónica y
Análises Arg. 1-31-07
Adriana y
2007-01-31 18:03:42 UTC
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ZAFFARONI CUESTIONÓ LOS BLOQUEOS FRONTERIZOS PERMANENTES EN
GUALEGUAYCHÚ
Buenos Aires - El juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni
cuestionó los cortes de ruta que mantienen los asambleístas de
Gualeguaychú de manera ininterrumpida, al considerar que "agravan el
conflicto y no son una solución adecuada" al diferendo bilateral.
Además, Zaffaroni pidió a los gobiernos de Argentina y Uruguay que
retomen el diálogo para intentar "de nuevo" una salida negociada al
conflicto, puesto que -según dijo- "tiene que haber una solución
técnica" al enfrentamiento binacional.
"Me parece que no está bien que corten los puentes. No creo que sea
una solución adecuada, me parece que agrava el conflicto. No creo que
nadie tenga derecho a cortar caminos y puentes. Todos tienen derecho a
protestar, pero interrumpir caminos me parece que no, no al menos
indefinidamente", sostuvo Zaffaroni en declaraciones a un matutino
porteño, publicadas hoy. Al respecto, el ministro se manifestó de
acuerdo con que "se mantenga la protesta", pero "no con el paso cortado
todo el tiempo". "Una cosa es interrumpir un camino un rato, otra hacer
lo que hacen ellos. Hasta qué punto tengo derecho a llamar la
atención, a protestar, depende de la gravedad del conflicto y la
urgencia", sostuvo. Zaffaroni opinó, en este sentido, que el gobierno
del presidente Néstor Kirchner "tendría que disuadir a la gente y
buscar solución" al diferendo bilateral puesto que "las consecuencias
para el futuro del Mercosur no son buenas". "Yo no sé por qué no se
pudo destrabar, pero ya pasó mucho tiempo. Las consecuencias para el
futuro del Mercosur no son buenas. Es un conflicto que tenía que
haberse evitado. Hay una incapacidad de resolver el conflicto en el
propio bloque regional, lo que demuestra que es un bloque débil. Si no
somos capaces de resolverlo entre nosotros, ¿cómo pretendemos actuar
frente al exterior? Se debilita nuestra imagen", concluyó. Crónica y
Análises Arg. 1-31-07
Adriana y
2007-01-31 18:03:48 UTC
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DIARIOS//AGENCIAS 
ZAFFARONI CUESTIONÓ LOS BLOQUEOS FRONTERIZOS PERMANENTES EN
GUALEGUAYCHÚ
Buenos Aires - El juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni
cuestionó los cortes de ruta que mantienen los asambleístas de
Gualeguaychú de manera ininterrumpida, al considerar que "agravan el
conflicto y no son una solución adecuada" al diferendo bilateral.
Además, Zaffaroni pidió a los gobiernos de Argentina y Uruguay que
retomen el diálogo para intentar "de nuevo" una salida negociada al
conflicto, puesto que -según dijo- "tiene que haber una solución
técnica" al enfrentamiento binacional.
"Me parece que no está bien que corten los puentes. No creo que sea
una solución adecuada, me parece que agrava el conflicto. No creo que
nadie tenga derecho a cortar caminos y puentes. Todos tienen derecho a
protestar, pero interrumpir caminos me parece que no, no al menos
indefinidamente", sostuvo Zaffaroni en declaraciones a un matutino
porteño, publicadas hoy. Al respecto, el ministro se manifestó de
acuerdo con que "se mantenga la protesta", pero "no con el paso cortado
todo el tiempo". "Una cosa es interrumpir un camino un rato, otra hacer
lo que hacen ellos. Hasta qué punto tengo derecho a llamar la
atención, a protestar, depende de la gravedad del conflicto y la
urgencia", sostuvo. Zaffaroni opinó, en este sentido, que el gobierno
del presidente Néstor Kirchner "tendría que disuadir a la gente y
buscar solución" al diferendo bilateral puesto que "las consecuencias
para el futuro del Mercosur no son buenas". "Yo no sé por qué no se
pudo destrabar, pero ya pasó mucho tiempo. Las consecuencias para el
futuro del Mercosur no son buenas. Es un conflicto que tenía que
haberse evitado. Hay una incapacidad de resolver el conflicto en el
propio bloque regional, lo que demuestra que es un bloque débil. Si no
somos capaces de resolverlo entre nosotros, ¿cómo pretendemos actuar
frente al exterior? Se debilita nuestra imagen", concluyó. Crónica y
Análises Arg. 1-31-07
Adriana y
2007-01-30 18:51:29 UTC
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Caudillos en el gobierno y la oposición

Sería magnífico terminar el año celebrando la consolidación de
la democracia. Verificar que el proceso de transición hacia ella,
desde el autoritarismo, ha finalizado. Que las instituciones
republicanas, consolidadas de una buena vez, rigen la administración
del desarrollo indispensable. Que la educación vertebra, como
proyecto, todas las políticas de Estado. Que éstas, con su vigencia,
prueban que la visión de mediano y largo plazo ha triunfado sobre el
sórdido oportunismo.
Pero si ello no es posible, si esa consolidación está aún lejos de
nuestros días, queda al menos el consuelo de finalizar el año
ratificando la trascendencia de ese sueño. Su fuerza orientadora. La
importancia decisiva que cobra la capacidad de sostenerlo en el
horizonte cuando la adversidad, que demora su advenimiento, se empeña
en desorientar la dirección de nuestros pasos. Ahora bien: para lograr
ese sostenimiento es fundamental contar con quienes crean en el sentido
de semejante empeño. ¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Cómo
discernirlos?
Una cosa es segura: en la Argentina no hay oposición. Hay opositores.
Quienes discrepan con el Gobierno no coinciden entre sí. A la pobreza
de la que tanto y con tanta razón se habla, hay que sumarle una
acepción más: la pobreza cívica. Esa que, en las dirigencias
opositoras, hace estragos cada vez que les cabe plantearse el mayor
desafío que les propone el presente: buscar la integración en la que
se inscriban las disidencias; ser capaces de sostener los matices
diferenciales supeditándolos a la comunidad de intereses. Realizar
propuestas para la Nación nacidas de coincidencias básicas y
decantadas en una formulación común.
No, no hay oposición. Sólo hay opositores. Son voces. Voces, sin
más. Sin sentido de lo imperativo que resulta dar vida a la
convergencia. Voces dispersas, tercamente disonantes. Voces que nutren
con parejo fervor, desde la centroizquierda y la centroderecha, ese
festival de la fragmentación que tanto facilita y alienta la
concentración del poder en manos excluyentes, el ejercicio omnipotente
de la intolerancia a las diferencias.
El caudillismo tenaz del que se acusa a la fracción gobernante abarca,
en consecuencia, mucho más territorio que el que se le adjudica.
Incluye a los opositores. Abunda también entre ellos. También entre
ellos se hace evidente. Bien lo denuncia el apego febril que demuestran
sus representantes al cacicazgo. El protagonismo personal les importa
mucho más que el repertorio de bienes republicanos que dicen defender.
Sí, el riesgo que hoy corre la oposición es el de no terminar de
configurarse nunca como sería indispensable. La idolatría del
fragmento cunde con franqueza entre sus voceros. Todos se sienten
llamados a serlo todo. Todos aseguran que los acuerdos serán posibles
desde que en el centro de las coincidencias requeridas se encuentre,
privilegiada por el reconocimiento unánime, su propia figura. ¿No se
parece esto demasiado a lo que se ubica en la vereda de enfrente? ¿No
es un mismo mal el que corroe las dos orillas del poder?
Lo grave, lo gravísimo de la fragmentación reinante entre los
opositores al Gobierno, es que mientras éste reivindica sin timidez su
vocación hegemónica y su desprecio por las disidencias, aquéllos
aseguran que su desvelo es la democracia representativa, el pluralismo
como estilo de convivencia, la consolidación de las bases
republicanas.
El terrorismo de Estado aniquiló las instituciones. Hoy, si bien
sobreviven, se las ve avasalladas. Hoy, a más de dos décadas del
retorno al orden constitucional...
Se entiende que al pensamiento único le repugne la mesa de la
concertación. No se entiende ni se justifica, en cambio, que ello
ocurra donde se supone que la valoración del diálogo es capital.
¿Cuánto tiempo más hace falta para entender que los "hombres
fuertes" generan instituciones débiles? ¿Que las divisiones
empecinadas no hacen más que sembrar profunda desconfianza en la
aptitud social para la convivencia?
A no equivocarse: la balcanización de las fuerzas opositoras también
está contribuyendo a debilitar la credibilidad pública en la
democracia representativa.

Por Santiago Kovadloff

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/767016
La NacIón 1-30-07       
 
Adriana y
2007-01-30 18:51:19 UTC
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Caudillos en el gobierno y la oposición

Sería magnífico terminar el año celebrando la consolidación de
la democracia. Verificar que el proceso de transición hacia ella,
desde el autoritarismo, ha finalizado. Que las instituciones
republicanas, consolidadas de una buena vez, rigen la administración
del desarrollo indispensable. Que la educación vertebra, como
proyecto, todas las políticas de Estado. Que éstas, con su vigencia,
prueban que la visión de mediano y largo plazo ha triunfado sobre el
sórdido oportunismo.
Pero si ello no es posible, si esa consolidación está aún lejos de
nuestros días, queda al menos el consuelo de finalizar el año
ratificando la trascendencia de ese sueño. Su fuerza orientadora. La
importancia decisiva que cobra la capacidad de sostenerlo en el
horizonte cuando la adversidad, que demora su advenimiento, se empeña
en desorientar la dirección de nuestros pasos. Ahora bien: para lograr
ese sostenimiento es fundamental contar con quienes crean en el sentido
de semejante empeño. ¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Cómo
discernirlos?
Una cosa es segura: en la Argentina no hay oposición. Hay opositores.
Quienes discrepan con el Gobierno no coinciden entre sí. A la pobreza
de la que tanto y con tanta razón se habla, hay que sumarle una
acepción más: la pobreza cívica. Esa que, en las dirigencias
opositoras, hace estragos cada vez que les cabe plantearse el mayor
desafío que les propone el presente: buscar la integración en la que
se inscriban las disidencias; ser capaces de sostener los matices
diferenciales supeditándolos a la comunidad de intereses. Realizar
propuestas para la Nación nacidas de coincidencias básicas y
decantadas en una formulación común.
No, no hay oposición. Sólo hay opositores. Son voces. Voces, sin
más. Sin sentido de lo imperativo que resulta dar vida a la
convergencia. Voces dispersas, tercamente disonantes. Voces que nutren
con parejo fervor, desde la centroizquierda y la centroderecha, ese
festival de la fragmentación que tanto facilita y alienta la
concentración del poder en manos excluyentes, el ejercicio omnipotente
de la intolerancia a las diferencias.
El caudillismo tenaz del que se acusa a la fracción gobernante abarca,
en consecuencia, mucho más territorio que el que se le adjudica.
Incluye a los opositores. Abunda también entre ellos. También entre
ellos se hace evidente. Bien lo denuncia el apego febril que demuestran
sus representantes al cacicazgo. El protagonismo personal les importa
mucho más que el repertorio de bienes republicanos que dicen defender.
Sí, el riesgo que hoy corre la oposición es el de no terminar de
configurarse nunca como sería indispensable. La idolatría del
fragmento cunde con franqueza entre sus voceros. Todos se sienten
llamados a serlo todo. Todos aseguran que los acuerdos serán posibles
desde que en el centro de las coincidencias requeridas se encuentre,
privilegiada por el reconocimiento unánime, su propia figura. ¿No se
parece esto demasiado a lo que se ubica en la vereda de enfrente? ¿No
es un mismo mal el que corroe las dos orillas del poder?
Lo grave, lo gravísimo de la fragmentación reinante entre los
opositores al Gobierno, es que mientras éste reivindica sin timidez su
vocación hegemónica y su desprecio por las disidencias, aquéllos
aseguran que su desvelo es la democracia representativa, el pluralismo
como estilo de convivencia, la consolidación de las bases
republicanas.
El terrorismo de Estado aniquiló las instituciones. Hoy, si bien
sobreviven, se las ve avasalladas. Hoy, a más de dos décadas del
retorno al orden constitucional...
Se entiende que al pensamiento único le repugne la mesa de la
concertación. No se entiende ni se justifica, en cambio, que ello
ocurra donde se supone que la valoración del diálogo es capital.
¿Cuánto tiempo más hace falta para entender que los "hombres
fuertes" generan instituciones débiles? ¿Que las divisiones
empecinadas no hacen más que sembrar profunda desconfianza en la
aptitud social para la convivencia?
A no equivocarse: la balcanización de las fuerzas opositoras también
está contribuyendo a debilitar la credibilidad pública en la
democracia representativa.

Por Santiago Kovadloff

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/767016
La NacIón 1-30-07       
 
Adriana y
2007-01-30 18:51:24 UTC
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Caudillos en el gobierno y la oposición

Sería magnífico terminar el año celebrando la consolidación de
la democracia. Verificar que el proceso de transición hacia ella,
desde el autoritarismo, ha finalizado. Que las instituciones
republicanas, consolidadas de una buena vez, rigen la administración
del desarrollo indispensable. Que la educación vertebra, como
proyecto, todas las políticas de Estado. Que éstas, con su vigencia,
prueban que la visión de mediano y largo plazo ha triunfado sobre el
sórdido oportunismo.
Pero si ello no es posible, si esa consolidación está aún lejos de
nuestros días, queda al menos el consuelo de finalizar el año
ratificando la trascendencia de ese sueño. Su fuerza orientadora. La
importancia decisiva que cobra la capacidad de sostenerlo en el
horizonte cuando la adversidad, que demora su advenimiento, se empeña
en desorientar la dirección de nuestros pasos. Ahora bien: para lograr
ese sostenimiento es fundamental contar con quienes crean en el sentido
de semejante empeño. ¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Cómo
discernirlos?
Una cosa es segura: en la Argentina no hay oposición. Hay opositores.
Quienes discrepan con el Gobierno no coinciden entre sí. A la pobreza
de la que tanto y con tanta razón se habla, hay que sumarle una
acepción más: la pobreza cívica. Esa que, en las dirigencias
opositoras, hace estragos cada vez que les cabe plantearse el mayor
desafío que les propone el presente: buscar la integración en la que
se inscriban las disidencias; ser capaces de sostener los matices
diferenciales supeditándolos a la comunidad de intereses. Realizar
propuestas para la Nación nacidas de coincidencias básicas y
decantadas en una formulación común.
No, no hay oposición. Sólo hay opositores. Son voces. Voces, sin
más. Sin sentido de lo imperativo que resulta dar vida a la
convergencia. Voces dispersas, tercamente disonantes. Voces que nutren
con parejo fervor, desde la centroizquierda y la centroderecha, ese
festival de la fragmentación que tanto facilita y alienta la
concentración del poder en manos excluyentes, el ejercicio omnipotente
de la intolerancia a las diferencias.
El caudillismo tenaz del que se acusa a la fracción gobernante abarca,
en consecuencia, mucho más territorio que el que se le adjudica.
Incluye a los opositores. Abunda también entre ellos. También entre
ellos se hace evidente. Bien lo denuncia el apego febril que demuestran
sus representantes al cacicazgo. El protagonismo personal les importa
mucho más que el repertorio de bienes republicanos que dicen defender.
Sí, el riesgo que hoy corre la oposición es el de no terminar de
configurarse nunca como sería indispensable. La idolatría del
fragmento cunde con franqueza entre sus voceros. Todos se sienten
llamados a serlo todo. Todos aseguran que los acuerdos serán posibles
desde que en el centro de las coincidencias requeridas se encuentre,
privilegiada por el reconocimiento unánime, su propia figura. ¿No se
parece esto demasiado a lo que se ubica en la vereda de enfrente? ¿No
es un mismo mal el que corroe las dos orillas del poder?
Lo grave, lo gravísimo de la fragmentación reinante entre los
opositores al Gobierno, es que mientras éste reivindica sin timidez su
vocación hegemónica y su desprecio por las disidencias, aquéllos
aseguran que su desvelo es la democracia representativa, el pluralismo
como estilo de convivencia, la consolidación de las bases
republicanas.
El terrorismo de Estado aniquiló las instituciones. Hoy, si bien
sobreviven, se las ve avasalladas. Hoy, a más de dos décadas del
retorno al orden constitucional...
Se entiende que al pensamiento único le repugne la mesa de la
concertación. No se entiende ni se justifica, en cambio, que ello
ocurra donde se supone que la valoración del diálogo es capital.
¿Cuánto tiempo más hace falta para entender que los "hombres
fuertes" generan instituciones débiles? ¿Que las divisiones
empecinadas no hacen más que sembrar profunda desconfianza en la
aptitud social para la convivencia?
A no equivocarse: la balcanización de las fuerzas opositoras también
está contribuyendo a debilitar la credibilidad pública en la
democracia representativa.

Por Santiago Kovadloff

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/767016
La NacIón 1-30-07       
 
Adriana y
2007-01-30 18:51:14 UTC
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Caudillos en el gobierno y la oposición

Sería magnífico terminar el año celebrando la consolidación de
la democracia. Verificar que el proceso de transición hacia ella,
desde el autoritarismo, ha finalizado. Que las instituciones
republicanas, consolidadas de una buena vez, rigen la administración
del desarrollo indispensable. Que la educación vertebra, como
proyecto, todas las políticas de Estado. Que éstas, con su vigencia,
prueban que la visión de mediano y largo plazo ha triunfado sobre el
sórdido oportunismo.
Pero si ello no es posible, si esa consolidación está aún lejos de
nuestros días, queda al menos el consuelo de finalizar el año
ratificando la trascendencia de ese sueño. Su fuerza orientadora. La
importancia decisiva que cobra la capacidad de sostenerlo en el
horizonte cuando la adversidad, que demora su advenimiento, se empeña
en desorientar la dirección de nuestros pasos. Ahora bien: para lograr
ese sostenimiento es fundamental contar con quienes crean en el sentido
de semejante empeño. ¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Cómo
discernirlos?
Una cosa es segura: en la Argentina no hay oposición. Hay opositores.
Quienes discrepan con el Gobierno no coinciden entre sí. A la pobreza
de la que tanto y con tanta razón se habla, hay que sumarle una
acepción más: la pobreza cívica. Esa que, en las dirigencias
opositoras, hace estragos cada vez que les cabe plantearse el mayor
desafío que les propone el presente: buscar la integración en la que
se inscriban las disidencias; ser capaces de sostener los matices
diferenciales supeditándolos a la comunidad de intereses. Realizar
propuestas para la Nación nacidas de coincidencias básicas y
decantadas en una formulación común.
No, no hay oposición. Sólo hay opositores. Son voces. Voces, sin
más. Sin sentido de lo imperativo que resulta dar vida a la
convergencia. Voces dispersas, tercamente disonantes. Voces que nutren
con parejo fervor, desde la centroizquierda y la centroderecha, ese
festival de la fragmentación que tanto facilita y alienta la
concentración del poder en manos excluyentes, el ejercicio omnipotente
de la intolerancia a las diferencias.
El caudillismo tenaz del que se acusa a la fracción gobernante abarca,
en consecuencia, mucho más territorio que el que se le adjudica.
Incluye a los opositores. Abunda también entre ellos. También entre
ellos se hace evidente. Bien lo denuncia el apego febril que demuestran
sus representantes al cacicazgo. El protagonismo personal les importa
mucho más que el repertorio de bienes republicanos que dicen defender.
Sí, el riesgo que hoy corre la oposición es el de no terminar de
configurarse nunca como sería indispensable. La idolatría del
fragmento cunde con franqueza entre sus voceros. Todos se sienten
llamados a serlo todo. Todos aseguran que los acuerdos serán posibles
desde que en el centro de las coincidencias requeridas se encuentre,
privilegiada por el reconocimiento unánime, su propia figura. ¿No se
parece esto demasiado a lo que se ubica en la vereda de enfrente? ¿No
es un mismo mal el que corroe las dos orillas del poder?
Lo grave, lo gravísimo de la fragmentación reinante entre los
opositores al Gobierno, es que mientras éste reivindica sin timidez su
vocación hegemónica y su desprecio por las disidencias, aquéllos
aseguran que su desvelo es la democracia representativa, el pluralismo
como estilo de convivencia, la consolidación de las bases
republicanas.
El terrorismo de Estado aniquiló las instituciones. Hoy, si bien
sobreviven, se las ve avasalladas. Hoy, a más de dos décadas del
retorno al orden constitucional...
Se entiende que al pensamiento único le repugne la mesa de la
concertación. No se entiende ni se justifica, en cambio, que ello
ocurra donde se supone que la valoración del diálogo es capital.
¿Cuánto tiempo más hace falta para entender que los "hombres
fuertes" generan instituciones débiles? ¿Que las divisiones
empecinadas no hacen más que sembrar profunda desconfianza en la
aptitud social para la convivencia?
A no equivocarse: la balcanización de las fuerzas opositoras también
está contribuyendo a debilitar la credibilidad pública en la
democracia representativa.

Por Santiago Kovadloff

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La NacIón 1-30-07       
 
decaballeria
2007-01-31 03:20:26 UTC
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Post by decaballeria
Realmente Calderon viene a Espana a prestarle cultura y dinero.
No se admiten Pesos Mexicanos, Gracias.
No es que no nos fíemos ...
Post by decaballeria
Los paises grandes y jovenes sienten cierta ternura hacia los ancianos sin
futuro, especialmente si son paises que han estado en su historia.
De que sirve ser grande, si luego todos os acumulais en Mexico DF y
sitios así?
---------------------------------------------------------
Entre esos "sitios asi", Carlangas de Gante, hay ocho ciudades mas grandes
que Madriz.

Quien lo diria, verdad?

Hay que viajar o cultivarse en casa. No se debe ser miope de la vida.
----------------------------------------------------------
Post by decaballeria
Esto contrasta con la actitud de paises ingratos, de bolsillo, como Espana
que no tienen ninguna atencion hacia los paises que le dieron cultura y
raza, como los arabes, palestinos y demas.
Has estado en España, Paco?
Has visitado, que te digo yo, la Alhambra, o el Acueducto de Segovia?
-------------------------------------------------------
Si, si, si.
No solo he estado por casi toda Espana, sino que tengo un pisito en los
Madriles, que ahora doy en renta.

He tenido la suerte de estar en la Alhambra, hospedarme en el Parador de San
Francisco, visitar la tumba de los Reyes Catolicos y de Juana y Felipe en la
catedral.

En Segovia he sostenido una interesante platica con el Duque, el de los
lechones cortados con plato, sobre la fecha de la construccion del
acueducto. Reconoci que yo estaba equivocado, pues lo atribui al alcalde
anterior.
-------------------------------------------------------
Bueno, pues cuando lo hagas, luego vas y lo comparas al ruinoso estado
en que Mexico tiene su legado cultural.
Una cosa es que sean ruinas y otra que esten en estado ruinoso ...
---------------------------------------------------------

Has estado en Mexico, Carnalgas de Gante?

Has visitado una ciudad de a deveras?

Sabias que Mexico cuenta con obras de arte de mas de tres mil anios de
antiguedad?

Sabias que cuando los reyezuelos ibericos no sabian leer y ya los Mayas y
los Aztecas tenian calendarios mas perfectos que el Gregoritos?

Sabias que cuando comes chocolate estas comiendo un producto originario de
Mexico?

Has visitado el mejor museo antropologico del mundo, si del mundo, en
Chapultepec?
--------------------------------------------------------
Post by decaballeria
Lo anterior haria que, efectivamente, las relaciones bilaterales fueran casi
excelentes; es decir, si se puede establecer una comparacion y una relacion
entre el punto y la "X" o sea entre un pais chico como Espana y uno grande
como Mexico.
Vale, yo me recorto los callos de los pieses y tu te afeitas el
bigote.
Post by decaballeria
En fin, parece que buena voluntad hay.
Si, que remedio ...
-------------------------------------------------------
El remedio seria que repatriaran a los millones de gachupines y sus hijos,
que no quieren irse de Mexico.

Ese remedio seria muy bueno.

Mientras tanto ilustrate, Carlitos. Estas muy ignorante y malhumorado;
bueno, no es para menos viviendo en puebloquieto.


Salud y curvas, Paco
decaballeria
2007-01-31 17:37:07 UTC
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Malaga ciudad?

No me hagas reir que tengo los labios resecos.

Es un 'Torremolinos' con pretensiones y dos edificios modernos.

Ah, y Toledo es un sitio especial para mi; no solo por sus mazapanes de
almendra, su damasquinado en metales y sus espadas baratas. Su historia,
Rafa Menos, es grande; eso sin hablar del 'Entierro del Conde de Orgaz' en
la catedral gotica e imponente firmado por el Greco.

A propo, Madrid y Barcelona ya son pueblos con pretensiones de ciudad. Ya
estan cerca de ser considerados ciudades europeas; aunque no llegaran nunca
al nivel de Paris, Roma, Berlin, Londres; mas bien se les catalogara como a
Managua, Cochabamba, etc. ciudades chicas y convenientes.


Salud y curvas, Paco
PD Haber estado en Cd. Juarez y Cancun es como ir a Benidorm y a Tenerife y
decir que conoces Espana. Paletin.
Realmente Calderon viene a Espana a prestarle cultura y dinero.
Post by decaballeria
No se admiten Pesos Mexicanos, Gracias.
No es que no nos fíemos ...
Post by decaballeria
Los paises grandes y jovenes sienten cierta ternura hacia los ancianos sin
futuro, especialmente si son paises que han estado en su historia.
De que sirve ser grande, si luego todos os acumulais en Mexico DF y
sitios así?
---------------------------------------------------------
Entre esos "sitios asi", Carlangas de Gante, hay ocho ciudades mas grandes
que Madriz.
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
¿A que le llamas tu ciudad?
¿ A una acumulación de asfalto, adobes, vehículos defectuosos y una
nube de humo tóxico perenne, bajo la cual malviven miserablemente sus
habitantes?
No Paco. A eso se le llama aglomeración.
Aqui en España también las tenemos, pero sólo se producen durante
partidos de futbol, conciertos, botellones, etc., no como una forma de
vida.
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
Post by decaballeria
Quien lo diria, verdad?
Hay que viajar o cultivarse en casa. No se debe ser miope de la vida.
----------------------------------------------------------
Post by decaballeria
Esto contrasta con la actitud de paises ingratos, de bolsillo, como Espana
que no tienen ninguna atencion hacia los paises que le dieron cultura y
raza, como los arabes, palestinos y demas.
Has estado en España, Paco?
Has visitado, que te digo yo, la Alhambra, o el Acueducto de Segovia?
-------------------------------------------------------
Si, si, si.
No solo he estado por casi toda Espana, sino que tengo un pisito en los
Madriles, que ahora doy en renta.
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
Aja ...
O sea que, haciendo un cálculo rápido, suponiendo que por lo menos le
sacas 1000 euritos al mes, eso te produce una renta de 1,295.25 USD
United States Dollars al mes.
Supongo que eso te convierte prácticamente en un ricachón respetable
por allí.
Ya sabes a quien debes agradecerle tu actual nivel de vida...
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
Post by decaballeria
He tenido la suerte de estar en la Alhambra, hospedarme en el Parador de San
Francisco, visitar la tumba de los Reyes Catolicos y de Juana y Felipe en la
catedral.
En Segovia he sostenido una interesante platica con el Duque, el de los
lechones cortados con plato, sobre la fecha de la construccion del
acueducto. Reconoci que yo estaba equivocado, pues lo atribui al alcalde
anterior.
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
Te falta Toledo
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-------------------------------------
Post by decaballeria
-------------------------------------------------------
Bueno, pues cuando lo hagas, luego vas y lo comparas al ruinoso estado
en que Mexico tiene su legado cultural.
Una cosa es que sean ruinas y otra que esten en estado ruinoso ...
---------------------------------------------------------
Has estado en Mexico, Carnalgas de Gante?
Si señor.
2 veces.
Una en Ciudad Juarez, que viniendo de El Paso parece el final del
Mundo,
y otra en Cancún y alrededores, donde NO fui de Luna de Miel, lo juro.
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
Post by decaballeria
Has visitado una ciudad de a deveras?
Espera que piense ...
Te voy a decir sólo en las que he vivido. Vivir me refiero a eso, a
trabajar y convivir con los nativos.
Paris, Londres, Amsterdam, Miami, New Orleans, San Diego, Sydney,
Perth, Hong Kong, Taipei, Tokyo, etc ...
El etc lo constituyen ciudades pequeñas como Brisbane, Darwin,
Manchester, etc...
Eso sin contar con las ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Málaga.
Estamos hablando sólo de ciudades, sentiende ...
----------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------
Post by decaballeria
Sabias que Mexico cuenta con obras de arte de mas de tres mil anios de
antiguedad?
Y España de hace 45.000, mira este ...
Post by decaballeria
Sabias que cuando los reyezuelos ibericos no sabian leer y ya los Mayas y
los Aztecas tenian calendarios mas perfectos que el Gregoritos?
Si claro, y volaban en naves alienígenas tambien ...
Post by decaballeria
Sabias que cuando comes chocolate estas comiendo un producto originario de
Mexico?
Aaaahhh ...
Yo prefiero el suizo.
Post by decaballeria
Has visitado el mejor museo antropologico del mundo, si del mundo, en
Chapultepec?
¿De que estas hablando?
Del Castillo de Chapultec?
http://www.mexicocity.com.mx/castillo.html

Tustas pirao ...
Post by decaballeria
--------------------------------------------------------> Lo anterior
haria que, efectivamente, las relaciones bilaterales fueran
Post by decaballeria
casi
Post by decaballeria
excelentes; es decir, si se puede establecer una comparacion y una
relacion
Post by decaballeria
entre el punto y la "X" o sea entre un pais chico como Espana y uno grande
como Mexico.
Vale, yo me recorto los callos de los pieses y tu te afeitas el
bigote.
Post by decaballeria
En fin, parece que buena voluntad hay.
Si, que remedio ...
-------------------------------------------------------
El remedio seria que repatriaran a los millones de gachupines y sus hijos,
que no quieren irse de Mexico.
Ese remedio seria muy bueno.
¿Y los hijos que culpa tienen?
Post by decaballeria
Mientras tanto ilustrate, Carlitos. Estas muy ignorante y malhumorado;
bueno, no es para menos viviendo en puebloquieto.
Lo prefiero un millón de veces antes que DF. Y no exagero.
Adriana y
2007-01-31 18:39:49 UTC
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Se agota el tiempo de la oposición para un acuerdo.
Si las elecciones presidenciales fueran en las próximas semanas, la
oposición tendría una sobreoferta de candidatos y difícilmente le
haría sombra a cualquiera de las dos posibles candidaturas del
oficialismo: la de Néstor Kirchner o la de su esposa, Cristina. Lo
más novedoso es que todos están contentos como están. Ni Roberto
Lavagna ni Mauricio Macri han creado las condiciones necesarias e
indispensables, por cierto, para una negociación. Elisa Carrió
camina su propio camino y eso ya se sabía desde el principio de las
cosas.
La pregunta que cabe hacerse es si ese panorama de fragmentaciones (que
todos lamentan pero que ninguno resuelve) constituye la estrategia
definitiva o si es, en cambio, sólo un ardid para fortalecerse ante
una eventual y futura negociación. La respuesta no puede ser precisa
porque siempre influirán no sólo las características personales de
los candidatos, sino también sus limitaciones políticas.
Resulta sorprendente, por ejemplo, escuchar por separado a Macri y a
Lavagna. El diagnóstico que hacen del gobierno de Kirchner es casi
idéntico. Describen por lo general a un gobierno obsesionado por crear
escenarios mediáticos, mientras relega -o esconde- problemas muy
serios del presente y del futuro. "La sensación colectiva de
estabilidad y crecimiento de la economía hace las veces de impermeable
del Gobierno frente a la crítica opositora", dijo uno de ellos.
Coinciden en que hay una inflación que difunde el Gobierno y otra,
muchísimo mayor, que existe en la realidad cotidiana de los
argentinos. Dicen lo mismo sobre la enmascarada crisis energética, que
podría sentirse aún más cuando regresen de sus vacaciones los
miles de porteños que se fueron a las playas argentinas o
brasileñas. Se espantan con igual magnitud cuando relatan los
problemas de seguridad o cuando sospechan las presuntas maniobras
oficiales que pudieron existir detrás del irresuelto caso de la
desaparición y aparición de Luis Gerez. La debilidad institucional
tiene en ellos exponente de palabras casi idénticas.
¿Por qué están tan lejos, entonces? Una parte de la razón debe
consistir en que seguramente no tienen el mismo remedio para un mismo
diagnóstico. Pero eso es también relativo: ninguno de los dos cree
que deba destruirse lo que ya se ha hecho para reparar la economía, y
no son muy diferentes las recetas que dictan para mejorar la oportunidad
económica o para reparar la fragilidad institucional. Hay también
matices muy diferentes entre ellos, pero no deja de ser sólo un
problema de tonalidades.
El problema más serio se refiere a las personalidades de cada uno y a
las limitaciones que les plantean sus respectivos aliados. Por eso,
incluso, Juan Carlos Blumberg tropezó con la puerta cerrada de
Lavagna, cuando aquél invitó al ex ministro a incorporarse a una
mesa de la oposición. "¿En qué condición hace la convocatoria?",
le disparó Lavagna. "¿Lo hace como candidato o como referente
social?", lo acorraló. Silencio de Blumberg. El diálogo se terminó
ahí.
En el fondo, Macri aspiraría a un diálogo en el que todos depongan
sus posiciones previas y a una negociación en condiciones de
determinar qué papel debería cumplir cada cual. Intuye que ese
propósito es inútil con Lavagna, que siempre anticipa que su
proyecto será presidencial o no será nada. Es probable que hasta
Macri esté de acuerdo con eso, pero no quiere empezar una
negociación aceptando las condiciones inalterables que plantea el ex
ministro. "¿Por qué todos deberíamos inclinar la cabeza ante la
imposición de Lavagna?", inquiere.
El otro conflicto son los aliados de cada uno. El radicalismo no es uno
solo, pero el sector alfonsinista se niega a incluir a Macri en una
alianza con Lavagna. Otro sector de ese partido aceptaría un acuerdo
tácito con Macri, pero nunca uno formal. Macri se resiste a ser, en el
mejor de los casos, sólo un aliado furtivo, casi clandestino. El mismo
Macri tiene su propio obstáculo interno. Su aliado Ricardo López
Murphy progresó en un notable antilavagnismo en los últimos tiempos
y es probable que se alejara de Macri si éste hiciera un gesto de
acercamiento al ex ministro. No fue así al principio, cuando Lavagna
sólo insinuó una eventual candidatura. Entre Lavagna y López
Murphy hay, en el fondo, un debate intelectual muy preciso -y con
posiciones diferentes- sobre los modos de llevar la economía.
* * *
Una de las cosas que han sucedido en los últimos tiempos es la
acusación que formularon Carrió, en público, y Lavagna, más en
privado, sobre una eventual preferencia de Kirchner por Macri como
candidato opositor. Hasta ahora son deducciones políticas que carecen
de pruebas. Es posible que en ambos casos se trate más bien de una
estrategia electoral para debilitar a un adversario.
Pero es cierto que Kirchner viene hablando, desde que se sentó en la
poltrona presidencial, de que promovería una reingeniería del
sistema político. Quiere ser el líder de una fuerza de
centroizquierda en condiciones de disputar el poder con otra fuerza de
centroderecha. Afuera, por lo tanto, el peronismo y el radicalismo
históricos. Esa es su idea. Imaginó, en su momento, que el mejor
líder de la centroderecha sería López Murphy, para quien siempre
tuvo palabras de reconocimiento político y personal. Ahora dice que
las encuestas le demuestran que ese liderazgo recaería más
fácilmente en Macri. Punto.
No lo prefiere a Macri, sino que Macri encaja perfectamente en la
arquitectura de su nuevo sistema de partidos políticos. Con esas gotas
de aguas, Carrió y Lavagna han hecho un océano. Sucede, también,
que Carrió disputa casi el mismo espacio que el Presidente quiere
liderar sin competencia, y que el propio Lavagna surgió de las mismas
entretelas políticas e ideológicas que incubaron a Kirchner.
Quizás eso explica, por otro lado, el encono que el Presidente le
guarda a su ex ministro y que no se lo prodiga ni a Macri ni a López
Murphy.
Las cosas son así ahora. ¿Son definitivas? Faltan seis meses para
que concluyan los plazos de inscripción de candidatos. Es mucho tiempo
en política. Es mucho no sólo para que la oposición persevere en
su división o haga un giro hacia la concertación de candidatos,
todavía posible. Es demasiado tiempo también como para que el
Gobierno se duerma en los presuntos laureles de los días que corren.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/879595
La Nación de Argentina 1-31-07 
Adriana y
2007-01-31 18:39:38 UTC
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Se agota el tiempo de la oposición para un acuerdo.
Si las elecciones presidenciales fueran en las próximas semanas, la
oposición tendría una sobreoferta de candidatos y difícilmente le
haría sombra a cualquiera de las dos posibles candidaturas del
oficialismo: la de Néstor Kirchner o la de su esposa, Cristina. Lo
más novedoso es que todos están contentos como están. Ni Roberto
Lavagna ni Mauricio Macri han creado las condiciones necesarias e
indispensables, por cierto, para una negociación. Elisa Carrió
camina su propio camino y eso ya se sabía desde el principio de las
cosas.
La pregunta que cabe hacerse es si ese panorama de fragmentaciones (que
todos lamentan pero que ninguno resuelve) constituye la estrategia
definitiva o si es, en cambio, sólo un ardid para fortalecerse ante
una eventual y futura negociación. La respuesta no puede ser precisa
porque siempre influirán no sólo las características personales de
los candidatos, sino también sus limitaciones políticas.
Resulta sorprendente, por ejemplo, escuchar por separado a Macri y a
Lavagna. El diagnóstico que hacen del gobierno de Kirchner es casi
idéntico. Describen por lo general a un gobierno obsesionado por crear
escenarios mediáticos, mientras relega -o esconde- problemas muy
serios del presente y del futuro. "La sensación colectiva de
estabilidad y crecimiento de la economía hace las veces de impermeable
del Gobierno frente a la crítica opositora", dijo uno de ellos.
Coinciden en que hay una inflación que difunde el Gobierno y otra,
muchísimo mayor, que existe en la realidad cotidiana de los
argentinos. Dicen lo mismo sobre la enmascarada crisis energética, que
podría sentirse aún más cuando regresen de sus vacaciones los
miles de porteños que se fueron a las playas argentinas o
brasileñas. Se espantan con igual magnitud cuando relatan los
problemas de seguridad o cuando sospechan las presuntas maniobras
oficiales que pudieron existir detrás del irresuelto caso de la
desaparición y aparición de Luis Gerez. La debilidad institucional
tiene en ellos exponente de palabras casi idénticas.
¿Por qué están tan lejos, entonces? Una parte de la razón debe
consistir en que seguramente no tienen el mismo remedio para un mismo
diagnóstico. Pero eso es también relativo: ninguno de los dos cree
que deba destruirse lo que ya se ha hecho para reparar la economía, y
no son muy diferentes las recetas que dictan para mejorar la oportunidad
económica o para reparar la fragilidad institucional. Hay también
matices muy diferentes entre ellos, pero no deja de ser sólo un
problema de tonalidades.
El problema más serio se refiere a las personalidades de cada uno y a
las limitaciones que les plantean sus respectivos aliados. Por eso,
incluso, Juan Carlos Blumberg tropezó con la puerta cerrada de
Lavagna, cuando aquél invitó al ex ministro a incorporarse a una
mesa de la oposición. "¿En qué condición hace la convocatoria?",
le disparó Lavagna. "¿Lo hace como candidato o como referente
social?", lo acorraló. Silencio de Blumberg. El diálogo se terminó
ahí.
En el fondo, Macri aspiraría a un diálogo en el que todos depongan
sus posiciones previas y a una negociación en condiciones de
determinar qué papel debería cumplir cada cual. Intuye que ese
propósito es inútil con Lavagna, que siempre anticipa que su
proyecto será presidencial o no será nada. Es probable que hasta
Macri esté de acuerdo con eso, pero no quiere empezar una
negociación aceptando las condiciones inalterables que plantea el ex
ministro. "¿Por qué todos deberíamos inclinar la cabeza ante la
imposición de Lavagna?", inquiere.
El otro conflicto son los aliados de cada uno. El radicalismo no es uno
solo, pero el sector alfonsinista se niega a incluir a Macri en una
alianza con Lavagna. Otro sector de ese partido aceptaría un acuerdo
tácito con Macri, pero nunca uno formal. Macri se resiste a ser, en el
mejor de los casos, sólo un aliado furtivo, casi clandestino. El mismo
Macri tiene su propio obstáculo interno. Su aliado Ricardo López
Murphy progresó en un notable antilavagnismo en los últimos tiempos
y es probable que se alejara de Macri si éste hiciera un gesto de
acercamiento al ex ministro. No fue así al principio, cuando Lavagna
sólo insinuó una eventual candidatura. Entre Lavagna y López
Murphy hay, en el fondo, un debate intelectual muy preciso -y con
posiciones diferentes- sobre los modos de llevar la economía.
* * *
Una de las cosas que han sucedido en los últimos tiempos es la
acusación que formularon Carrió, en público, y Lavagna, más en
privado, sobre una eventual preferencia de Kirchner por Macri como
candidato opositor. Hasta ahora son deducciones políticas que carecen
de pruebas. Es posible que en ambos casos se trate más bien de una
estrategia electoral para debilitar a un adversario.
Pero es cierto que Kirchner viene hablando, desde que se sentó en la
poltrona presidencial, de que promovería una reingeniería del
sistema político. Quiere ser el líder de una fuerza de
centroizquierda en condiciones de disputar el poder con otra fuerza de
centroderecha. Afuera, por lo tanto, el peronismo y el radicalismo
históricos. Esa es su idea. Imaginó, en su momento, que el mejor
líder de la centroderecha sería López Murphy, para quien siempre
tuvo palabras de reconocimiento político y personal. Ahora dice que
las encuestas le demuestran que ese liderazgo recaería más
fácilmente en Macri. Punto.
No lo prefiere a Macri, sino que Macri encaja perfectamente en la
arquitectura de su nuevo sistema de partidos políticos. Con esas gotas
de aguas, Carrió y Lavagna han hecho un océano. Sucede, también,
que Carrió disputa casi el mismo espacio que el Presidente quiere
liderar sin competencia, y que el propio Lavagna surgió de las mismas
entretelas políticas e ideológicas que incubaron a Kirchner.
Quizás eso explica, por otro lado, el encono que el Presidente le
guarda a su ex ministro y que no se lo prodiga ni a Macri ni a López
Murphy.
Las cosas son así ahora. ¿Son definitivas? Faltan seis meses para
que concluyan los plazos de inscripción de candidatos. Es mucho tiempo
en política. Es mucho no sólo para que la oposición persevere en
su división o haga un giro hacia la concertación de candidatos,
todavía posible. Es demasiado tiempo también como para que el
Gobierno se duerma en los presuntos laureles de los días que corren.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/879595
La Nación de Argentina 1-31-07 
Adriana y
2007-01-31 18:39:44 UTC
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Se agota el tiempo de la oposición para un acuerdo.
Si las elecciones presidenciales fueran en las próximas semanas, la
oposición tendría una sobreoferta de candidatos y difícilmente le
haría sombra a cualquiera de las dos posibles candidaturas del
oficialismo: la de Néstor Kirchner o la de su esposa, Cristina. Lo
más novedoso es que todos están contentos como están. Ni Roberto
Lavagna ni Mauricio Macri han creado las condiciones necesarias e
indispensables, por cierto, para una negociación. Elisa Carrió
camina su propio camino y eso ya se sabía desde el principio de las
cosas.
La pregunta que cabe hacerse es si ese panorama de fragmentaciones (que
todos lamentan pero que ninguno resuelve) constituye la estrategia
definitiva o si es, en cambio, sólo un ardid para fortalecerse ante
una eventual y futura negociación. La respuesta no puede ser precisa
porque siempre influirán no sólo las características personales de
los candidatos, sino también sus limitaciones políticas.
Resulta sorprendente, por ejemplo, escuchar por separado a Macri y a
Lavagna. El diagnóstico que hacen del gobierno de Kirchner es casi
idéntico. Describen por lo general a un gobierno obsesionado por crear
escenarios mediáticos, mientras relega -o esconde- problemas muy
serios del presente y del futuro. "La sensación colectiva de
estabilidad y crecimiento de la economía hace las veces de impermeable
del Gobierno frente a la crítica opositora", dijo uno de ellos.
Coinciden en que hay una inflación que difunde el Gobierno y otra,
muchísimo mayor, que existe en la realidad cotidiana de los
argentinos. Dicen lo mismo sobre la enmascarada crisis energética, que
podría sentirse aún más cuando regresen de sus vacaciones los
miles de porteños que se fueron a las playas argentinas o
brasileñas. Se espantan con igual magnitud cuando relatan los
problemas de seguridad o cuando sospechan las presuntas maniobras
oficiales que pudieron existir detrás del irresuelto caso de la
desaparición y aparición de Luis Gerez. La debilidad institucional
tiene en ellos exponente de palabras casi idénticas.
¿Por qué están tan lejos, entonces? Una parte de la razón debe
consistir en que seguramente no tienen el mismo remedio para un mismo
diagnóstico. Pero eso es también relativo: ninguno de los dos cree
que deba destruirse lo que ya se ha hecho para reparar la economía, y
no son muy diferentes las recetas que dictan para mejorar la oportunidad
económica o para reparar la fragilidad institucional. Hay también
matices muy diferentes entre ellos, pero no deja de ser sólo un
problema de tonalidades.
El problema más serio se refiere a las personalidades de cada uno y a
las limitaciones que les plantean sus respectivos aliados. Por eso,
incluso, Juan Carlos Blumberg tropezó con la puerta cerrada de
Lavagna, cuando aquél invitó al ex ministro a incorporarse a una
mesa de la oposición. "¿En qué condición hace la convocatoria?",
le disparó Lavagna. "¿Lo hace como candidato o como referente
social?", lo acorraló. Silencio de Blumberg. El diálogo se terminó
ahí.
En el fondo, Macri aspiraría a un diálogo en el que todos depongan
sus posiciones previas y a una negociación en condiciones de
determinar qué papel debería cumplir cada cual. Intuye que ese
propósito es inútil con Lavagna, que siempre anticipa que su
proyecto será presidencial o no será nada. Es probable que hasta
Macri esté de acuerdo con eso, pero no quiere empezar una
negociación aceptando las condiciones inalterables que plantea el ex
ministro. "¿Por qué todos deberíamos inclinar la cabeza ante la
imposición de Lavagna?", inquiere.
El otro conflicto son los aliados de cada uno. El radicalismo no es uno
solo, pero el sector alfonsinista se niega a incluir a Macri en una
alianza con Lavagna. Otro sector de ese partido aceptaría un acuerdo
tácito con Macri, pero nunca uno formal. Macri se resiste a ser, en el
mejor de los casos, sólo un aliado furtivo, casi clandestino. El mismo
Macri tiene su propio obstáculo interno. Su aliado Ricardo López
Murphy progresó en un notable antilavagnismo en los últimos tiempos
y es probable que se alejara de Macri si éste hiciera un gesto de
acercamiento al ex ministro. No fue así al principio, cuando Lavagna
sólo insinuó una eventual candidatura. Entre Lavagna y López
Murphy hay, en el fondo, un debate intelectual muy preciso -y con
posiciones diferentes- sobre los modos de llevar la economía.
* * *
Una de las cosas que han sucedido en los últimos tiempos es la
acusación que formularon Carrió, en público, y Lavagna, más en
privado, sobre una eventual preferencia de Kirchner por Macri como
candidato opositor. Hasta ahora son deducciones políticas que carecen
de pruebas. Es posible que en ambos casos se trate más bien de una
estrategia electoral para debilitar a un adversario.
Pero es cierto que Kirchner viene hablando, desde que se sentó en la
poltrona presidencial, de que promovería una reingeniería del
sistema político. Quiere ser el líder de una fuerza de
centroizquierda en condiciones de disputar el poder con otra fuerza de
centroderecha. Afuera, por lo tanto, el peronismo y el radicalismo
históricos. Esa es su idea. Imaginó, en su momento, que el mejor
líder de la centroderecha sería López Murphy, para quien siempre
tuvo palabras de reconocimiento político y personal. Ahora dice que
las encuestas le demuestran que ese liderazgo recaería más
fácilmente en Macri. Punto.
No lo prefiere a Macri, sino que Macri encaja perfectamente en la
arquitectura de su nuevo sistema de partidos políticos. Con esas gotas
de aguas, Carrió y Lavagna han hecho un océano. Sucede, también,
que Carrió disputa casi el mismo espacio que el Presidente quiere
liderar sin competencia, y que el propio Lavagna surgió de las mismas
entretelas políticas e ideológicas que incubaron a Kirchner.
Quizás eso explica, por otro lado, el encono que el Presidente le
guarda a su ex ministro y que no se lo prodiga ni a Macri ni a López
Murphy.
Las cosas son así ahora. ¿Son definitivas? Faltan seis meses para
que concluyan los plazos de inscripción de candidatos. Es mucho tiempo
en política. Es mucho no sólo para que la oposición persevere en
su división o haga un giro hacia la concertación de candidatos,
todavía posible. Es demasiado tiempo también como para que el
Gobierno se duerma en los presuntos laureles de los días que corren.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/879595
La Nación de Argentina 1-31-07 
Adriana y
2007-01-31 18:39:25 UTC
Permalink
Se agota el tiempo de la oposición para un acuerdo.
Si las elecciones presidenciales fueran en las próximas semanas, la
oposición tendría una sobreoferta de candidatos y difícilmente le
haría sombra a cualquiera de las dos posibles candidaturas del
oficialismo: la de Néstor Kirchner o la de su esposa, Cristina. Lo
más novedoso es que todos están contentos como están. Ni Roberto
Lavagna ni Mauricio Macri han creado las condiciones necesarias e
indispensables, por cierto, para una negociación. Elisa Carrió
camina su propio camino y eso ya se sabía desde el principio de las
cosas.
La pregunta que cabe hacerse es si ese panorama de fragmentaciones (que
todos lamentan pero que ninguno resuelve) constituye la estrategia
definitiva o si es, en cambio, sólo un ardid para fortalecerse ante
una eventual y futura negociación. La respuesta no puede ser precisa
porque siempre influirán no sólo las características personales de
los candidatos, sino también sus limitaciones políticas.
Resulta sorprendente, por ejemplo, escuchar por separado a Macri y a
Lavagna. El diagnóstico que hacen del gobierno de Kirchner es casi
idéntico. Describen por lo general a un gobierno obsesionado por crear
escenarios mediáticos, mientras relega -o esconde- problemas muy
serios del presente y del futuro. "La sensación colectiva de
estabilidad y crecimiento de la economía hace las veces de impermeable
del Gobierno frente a la crítica opositora", dijo uno de ellos.
Coinciden en que hay una inflación que difunde el Gobierno y otra,
muchísimo mayor, que existe en la realidad cotidiana de los
argentinos. Dicen lo mismo sobre la enmascarada crisis energética, que
podría sentirse aún más cuando regresen de sus vacaciones los
miles de porteños que se fueron a las playas argentinas o
brasileñas. Se espantan con igual magnitud cuando relatan los
problemas de seguridad o cuando sospechan las presuntas maniobras
oficiales que pudieron existir detrás del irresuelto caso de la
desaparición y aparición de Luis Gerez. La debilidad institucional
tiene en ellos exponente de palabras casi idénticas.
¿Por qué están tan lejos, entonces? Una parte de la razón debe
consistir en que seguramente no tienen el mismo remedio para un mismo
diagnóstico. Pero eso es también relativo: ninguno de los dos cree
que deba destruirse lo que ya se ha hecho para reparar la economía, y
no son muy diferentes las recetas que dictan para mejorar la oportunidad
económica o para reparar la fragilidad institucional. Hay también
matices muy diferentes entre ellos, pero no deja de ser sólo un
problema de tonalidades.
El problema más serio se refiere a las personalidades de cada uno y a
las limitaciones que les plantean sus respectivos aliados. Por eso,
incluso, Juan Carlos Blumberg tropezó con la puerta cerrada de
Lavagna, cuando aquél invitó al ex ministro a incorporarse a una
mesa de la oposición. "¿En qué condición hace la convocatoria?",
le disparó Lavagna. "¿Lo hace como candidato o como referente
social?", lo acorraló. Silencio de Blumberg. El diálogo se terminó
ahí.
En el fondo, Macri aspiraría a un diálogo en el que todos depongan
sus posiciones previas y a una negociación en condiciones de
determinar qué papel debería cumplir cada cual. Intuye que ese
propósito es inútil con Lavagna, que siempre anticipa que su
proyecto será presidencial o no será nada. Es probable que hasta
Macri esté de acuerdo con eso, pero no quiere empezar una
negociación aceptando las condiciones inalterables que plantea el ex
ministro. "¿Por qué todos deberíamos inclinar la cabeza ante la
imposición de Lavagna?", inquiere.
El otro conflicto son los aliados de cada uno. El radicalismo no es uno
solo, pero el sector alfonsinista se niega a incluir a Macri en una
alianza con Lavagna. Otro sector de ese partido aceptaría un acuerdo
tácito con Macri, pero nunca uno formal. Macri se resiste a ser, en el
mejor de los casos, sólo un aliado furtivo, casi clandestino. El mismo
Macri tiene su propio obstáculo interno. Su aliado Ricardo López
Murphy progresó en un notable antilavagnismo en los últimos tiempos
y es probable que se alejara de Macri si éste hiciera un gesto de
acercamiento al ex ministro. No fue así al principio, cuando Lavagna
sólo insinuó una eventual candidatura. Entre Lavagna y López
Murphy hay, en el fondo, un debate intelectual muy preciso -y con
posiciones diferentes- sobre los modos de llevar la economía.
* * *
Una de las cosas que han sucedido en los últimos tiempos es la
acusación que formularon Carrió, en público, y Lavagna, más en
privado, sobre una eventual preferencia de Kirchner por Macri como
candidato opositor. Hasta ahora son deducciones políticas que carecen
de pruebas. Es posible que en ambos casos se trate más bien de una
estrategia electoral para debilitar a un adversario.
Pero es cierto que Kirchner viene hablando, desde que se sentó en la
poltrona presidencial, de que promovería una reingeniería del
sistema político. Quiere ser el líder de una fuerza de
centroizquierda en condiciones de disputar el poder con otra fuerza de
centroderecha. Afuera, por lo tanto, el peronismo y el radicalismo
históricos. Esa es su idea. Imaginó, en su momento, que el mejor
líder de la centroderecha sería López Murphy, para quien siempre
tuvo palabras de reconocimiento político y personal. Ahora dice que
las encuestas le demuestran que ese liderazgo recaería más
fácilmente en Macri. Punto.
No lo prefiere a Macri, sino que Macri encaja perfectamente en la
arquitectura de su nuevo sistema de partidos políticos. Con esas gotas
de aguas, Carrió y Lavagna han hecho un océano. Sucede, también,
que Carrió disputa casi el mismo espacio que el Presidente quiere
liderar sin competencia, y que el propio Lavagna surgió de las mismas
entretelas políticas e ideológicas que incubaron a Kirchner.
Quizás eso explica, por otro lado, el encono que el Presidente le
guarda a su ex ministro y que no se lo prodiga ni a Macri ni a López
Murphy.
Las cosas son así ahora. ¿Son definitivas? Faltan seis meses para
que concluyan los plazos de inscripción de candidatos. Es mucho tiempo
en política. Es mucho no sólo para que la oposición persevere en
su división o haga un giro hacia la concertación de candidatos,
todavía posible. Es demasiado tiempo también como para que el
Gobierno se duerma en los presuntos laureles de los días que corren.
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La Nación de Argentina 1-31-07 
Adriana y
2007-01-31 18:39:31 UTC
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Se agota el tiempo de la oposición para un acuerdo.
Si las elecciones presidenciales fueran en las próximas semanas, la
oposición tendría una sobreoferta de candidatos y difícilmente le
haría sombra a cualquiera de las dos posibles candidaturas del
oficialismo: la de Néstor Kirchner o la de su esposa, Cristina. Lo
más novedoso es que todos están contentos como están. Ni Roberto
Lavagna ni Mauricio Macri han creado las condiciones necesarias e
indispensables, por cierto, para una negociación. Elisa Carrió
camina su propio camino y eso ya se sabía desde el principio de las
cosas.
La pregunta que cabe hacerse es si ese panorama de fragmentaciones (que
todos lamentan pero que ninguno resuelve) constituye la estrategia
definitiva o si es, en cambio, sólo un ardid para fortalecerse ante
una eventual y futura negociación. La respuesta no puede ser precisa
porque siempre influirán no sólo las características personales de
los candidatos, sino también sus limitaciones políticas.
Resulta sorprendente, por ejemplo, escuchar por separado a Macri y a
Lavagna. El diagnóstico que hacen del gobierno de Kirchner es casi
idéntico. Describen por lo general a un gobierno obsesionado por crear
escenarios mediáticos, mientras relega -o esconde- problemas muy
serios del presente y del futuro. "La sensación colectiva de
estabilidad y crecimiento de la economía hace las veces de impermeable
del Gobierno frente a la crítica opositora", dijo uno de ellos.
Coinciden en que hay una inflación que difunde el Gobierno y otra,
muchísimo mayor, que existe en la realidad cotidiana de los
argentinos. Dicen lo mismo sobre la enmascarada crisis energética, que
podría sentirse aún más cuando regresen de sus vacaciones los
miles de porteños que se fueron a las playas argentinas o
brasileñas. Se espantan con igual magnitud cuando relatan los
problemas de seguridad o cuando sospechan las presuntas maniobras
oficiales que pudieron existir detrás del irresuelto caso de la
desaparición y aparición de Luis Gerez. La debilidad institucional
tiene en ellos exponente de palabras casi idénticas.
¿Por qué están tan lejos, entonces? Una parte de la razón debe
consistir en que seguramente no tienen el mismo remedio para un mismo
diagnóstico. Pero eso es también relativo: ninguno de los dos cree
que deba destruirse lo que ya se ha hecho para reparar la economía, y
no son muy diferentes las recetas que dictan para mejorar la oportunidad
económica o para reparar la fragilidad institucional. Hay también
matices muy diferentes entre ellos, pero no deja de ser sólo un
problema de tonalidades.
El problema más serio se refiere a las personalidades de cada uno y a
las limitaciones que les plantean sus respectivos aliados. Por eso,
incluso, Juan Carlos Blumberg tropezó con la puerta cerrada de
Lavagna, cuando aquél invitó al ex ministro a incorporarse a una
mesa de la oposición. "¿En qué condición hace la convocatoria?",
le disparó Lavagna. "¿Lo hace como candidato o como referente
social?", lo acorraló. Silencio de Blumberg. El diálogo se terminó
ahí.
En el fondo, Macri aspiraría a un diálogo en el que todos depongan
sus posiciones previas y a una negociación en condiciones de
determinar qué papel debería cumplir cada cual. Intuye que ese
propósito es inútil con Lavagna, que siempre anticipa que su
proyecto será presidencial o no será nada. Es probable que hasta
Macri esté de acuerdo con eso, pero no quiere empezar una
negociación aceptando las condiciones inalterables que plantea el ex
ministro. "¿Por qué todos deberíamos inclinar la cabeza ante la
imposición de Lavagna?", inquiere.
El otro conflicto son los aliados de cada uno. El radicalismo no es uno
solo, pero el sector alfonsinista se niega a incluir a Macri en una
alianza con Lavagna. Otro sector de ese partido aceptaría un acuerdo
tácito con Macri, pero nunca uno formal. Macri se resiste a ser, en el
mejor de los casos, sólo un aliado furtivo, casi clandestino. El mismo
Macri tiene su propio obstáculo interno. Su aliado Ricardo López
Murphy progresó en un notable antilavagnismo en los últimos tiempos
y es probable que se alejara de Macri si éste hiciera un gesto de
acercamiento al ex ministro. No fue así al principio, cuando Lavagna
sólo insinuó una eventual candidatura. Entre Lavagna y López
Murphy hay, en el fondo, un debate intelectual muy preciso -y con
posiciones diferentes- sobre los modos de llevar la economía.
* * *
Una de las cosas que han sucedido en los últimos tiempos es la
acusación que formularon Carrió, en público, y Lavagna, más en
privado, sobre una eventual preferencia de Kirchner por Macri como
candidato opositor. Hasta ahora son deducciones políticas que carecen
de pruebas. Es posible que en ambos casos se trate más bien de una
estrategia electoral para debilitar a un adversario.
Pero es cierto que Kirchner viene hablando, desde que se sentó en la
poltrona presidencial, de que promovería una reingeniería del
sistema político. Quiere ser el líder de una fuerza de
centroizquierda en condiciones de disputar el poder con otra fuerza de
centroderecha. Afuera, por lo tanto, el peronismo y el radicalismo
históricos. Esa es su idea. Imaginó, en su momento, que el mejor
líder de la centroderecha sería López Murphy, para quien siempre
tuvo palabras de reconocimiento político y personal. Ahora dice que
las encuestas le demuestran que ese liderazgo recaería más
fácilmente en Macri. Punto.
No lo prefiere a Macri, sino que Macri encaja perfectamente en la
arquitectura de su nuevo sistema de partidos políticos. Con esas gotas
de aguas, Carrió y Lavagna han hecho un océano. Sucede, también,
que Carrió disputa casi el mismo espacio que el Presidente quiere
liderar sin competencia, y que el propio Lavagna surgió de las mismas
entretelas políticas e ideológicas que incubaron a Kirchner.
Quizás eso explica, por otro lado, el encono que el Presidente le
guarda a su ex ministro y que no se lo prodiga ni a Macri ni a López
Murphy.
Las cosas son así ahora. ¿Son definitivas? Faltan seis meses para
que concluyan los plazos de inscripción de candidatos. Es mucho tiempo
en política. Es mucho no sólo para que la oposición persevere en
su división o haga un giro hacia la concertación de candidatos,
todavía posible. Es demasiado tiempo también como para que el
Gobierno se duerma en los presuntos laureles de los días que corren.
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